envíos a todo el mundo.
En esta investigación, el autor realiza una semblanza histórica de Miguel
Ordorica Castillo (1884–1963), el Director de periódicos mexicanos conocido por
sus contemporáneos como “el periodista non de América”, quien a lo largo de su
carrera se caracterizara por desarrollar una actividad intelectual prolífica y
polémica. El trabajo aborda desde sus inicios como reportero, durante el
porfiriato, en el periódico El Imparcial, del que llegó a ser Jefe de
redacción, no sin descuidar su decidida colaboración directa con el régimen de
Victoriano Huerta; como lo señala el autor, esa principal elección constituiría
la materia suficiente por la cual sus enemigos políticos la desacreditarían de
por vida y lo encauzaran a escoger el camino del peregrinaje y exilio de 20
años por las ciudades de La Habana y New York; esta última ciudad, la principal
donde el periodista adquirió las destrezas del periodismo moderno; habilidades
que a su regreso a México, en el año de 1934, comenzó a imprimir en los diarios
donde se desempeñó como Director. Primero en La Prensa, luego como fundador y
primer Director del diario vespertino de la Casa Excélsior: Últimas Noticias y
más tarde en los diarios que fundó para la Organización Periodística García
Valseca: como por ejemplos: El Sol de Guadalajara y El Sol de San Luis
Potosí.
El autor refiere que las actividades de Miguel
Ordorica estaban enmarcadas dentro del periodismo de la vieja guardia, pero sus
filias con los regímenes porfirista y huertista –que por lo demás nunca a lo
largo de su vida desconoció– le imprimieron al periodista una leyenda de
difícil lectura entre la efervescencia de apologistas de la revolución
mexicana, de aquí que a menudo fuera considerado un periodista polémico
Finalmente, la investigación se cierra en la ciudad
de México, 18 meses después de la muerte física de Miguel Ordorica, es decir,
en junio de 1965, cuando aparece por vez primera El Sol de México de mediodía,
aparentemente dirigido por ese periodista, pero en la práctica estructurado y
dirigido por su discípulo de toda la vida: el periodista Salvador Borrego
Escalante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario