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todo el mundo.
Prefacio
del libro
por
Ivor Benson
El
Autor: En Europa, durante los años inmediatamente antes y después de la Segunda
Guerra Mundial, el nombre de Douglas Reed estaba en la boca de todos; sus
libros se estaban vendiendo por decenas de miles, y él era conocido con una
familiaridad íntima a lo largo del mundo anglo-parlante por un vasto número de
lectores y admiradores. Ex-corresponsal de Times en Londres en Europa Central,
ganó gran fama con libros como Insanity Fair, Disgrace Abounding, Lest We
Regret, Somewhere South of Suez, Far and Wide y muchos otros, cada uno
ampliando por una centena de veces el objetivo accesible a él como uno de los
enviados especiales más destacados del mundo.
La desaparición a casi un total olvido de
Douglas Reed y todos sus trabajos fue un cambio que no puedo ser traído únicamente
por el tiempo; de hecho, la fiabilidad de su interpretación del desarrollo
histórico de los tiempos encontró alguna confirmación con lo que le sucedió en
el apogeo de sus poderes.
Después de 1951, con la publicación de Far
and Wide , en la cual estableció la historia de los Estados Unidos de América
en el contexto de todo lo que él había aprendido en Europa acerca de las
políticas del mundo, Reed se encontró a sí mismo desterrado de todas las
librerías, todas las editoriales le cerraron las puertas y todos esos libros ya
publicados fueron propensos a ser retirados de los estantes en bibliotecas y/o
“perdidos”, para no ser reemplazados nunca.
Con su carrera pública como escritor ahora
aparentemente finalizada, Reed era finalmente libre de emprender una tarea
mayor a partir de la cual todo por lo que pasó antes era sino un tipo de
preparación y educación que ninguna universidad podría proveer y que solo los
afortunados y los dotados podrían usar completamente – sus años como enviado
especial, sus viajes en Europa y América, sus conversaciones y contactos con
los grandes líderes políticos de sus días, más su absorción diligente a través
de la lectura y observación de todo lo que era lo mejor en la cultura europea.
Las experiencias que otros hombres hubieran
aceptado como derrota, sirvieron solo para enfocar los poderes de Douglas Reed
en lo que sería su más importante empresa – aquella de investigar y recontar la
historia de los últimos 2000 años y más de tal forma como para hacer inteligible
mucha de la historia moderna que para las masas permanece en nuestros tiempos
sumergida en la oscuridad y bien guardada por los terrores de un sistema
invisible de censura.
El Libro: Comenzando en 1951, Douglas Reed
paso más de 3 años – mucho de este tiempo separado de su esposa y su joven
familia – trabajando en la New York Central Library [Biblioteca Central de
Nueva York], o tecleando en su máquina de escribir en alojamientos espartanos
en Nueva York o Montreal. Con entusiasmo
profesional, el libro fue reescrito, todas las 300000 palabras en él, y el
Epílogo añadido solo hasta 1956.
La historia del libro en sí – las inusuales
circunstancias en las que fue escrito, y cómo el manuscrito, después de haber
permanecido oculto por más de 20 años, vino a la luz y fue finalmente hecho
accesible para publicación – es parte de la historia de nuestro siglo,
arrojando alguna luz en la lucha del que las multitudes saben nada: aquella
conducida implacablemente e incesantemente en el campo de batalla de la mente
humana.
Necesitó de alguna fuente inusual de poder
espiritual y motivación para traer a término tal gran libro involucrando tanta
investigación laboriosa y comprobación adicional, un libro, además, que parecía
tener muy poco o ninguna posibilidad de ser publicado durante vida del autor.
Aunque existe correspondencia para
demostrar que el título fue brevemente discutido con una editorial, el
manuscrito nunca fue presentado, pero permaneció por 22 años escondido en tres
archivos encima de un armario en la casa de Reed en Durban, África del Sur.
Relajado y en paz con sí mismo con el
conocimiento de que había sacado adelante su gran empresa tan lejos como era
posible dadas las circunstancias de las épocas, Douglas Reed aceptó
pacientemente su jubilación forzada como periodista y escritor, puso detrás de
sí todo lo que perteneció al pasado y se ajustó a sí mismo alegremente a un
modo distinto de existencia, en la que la mayoría de sus nuevos amigos y
conocidos, encantados con su mente viga y rico sentido del humor, permanecieron
por años enteramente inconscientes de que se traba de hecho de Douglas Reed de
fama literaria.
De esto estaba seguro, ya sea si esto iba a
pasar o no durante su vida, que llegaría el tiempo cuando las circunstancias lo
permitirían, y los medios se encontrarían, para comunicarle al mundo su mensaje
de la historia reescrita, y el mensaje central de la Cristiandad reformulado.
Interpretación: Por el resto, The
Controversy of Zion , puede dejare de que hable por si mismo; efectivamente, es
un trabajo de historia revisionista y exposición religiosa el mensaje central
del que es revelado en casi cada página, comprensivo y compasivo de personas
pero severamente crítico de los inmoderados y ambiciones peligrosas de sus
líderes.
En el
último capítulo, bajo el título de The Climacteric, Douglas Reed comenta de que
si él pudiera planearlo todo cuando el empezaba a escribir su libro en 1949, él
podría haber escogido un mejor momento que los últimos meses de 1956 para
revisar la larga historia del Sionismo Talmúdico y reexaminarlo en contra de
los antecedentes de lo que todavía estaba sucediendo en la escena de la
política mundial.
Porque 1956 fue el año de otra elección
presidencial estadounidense en la que, una vez más, los sionistas demostraron
su poder decisivo en la influencia de las políticas occidentales; fue un año en
la que las naciones del Oeste fueron impotentes espectadores mientras las
fuerzas soviéticas fueron utilizadas para aplastar una revuelta espontánea y re-instalar
un régimen judío-comunista en Hungría, y fue el año en el que Bretaña y
Francia, bajo presión sionista, fueron atraídos hacia al desastroso fiasco de
un intento de capturar el Canal Suez, una aventura de la cual, una vez más,
solo Israel ganaba cualquier ventaja.
Todo lo que ha sucedido desde que Reed
escribió aquellas últimos renglones en 1956 ha continuado a apoyar la
fiabilidad de su interpretación de más de 2000 años de historia problemática.
El Medio Oriente ha permanecido como una
área de actividad política intensa y de la máxima falsificación de noticias y
supresión de debate genuino, y fueron solo aquellos pocos con algo de
conocimiento del rol del sionismo talmúdico y comunismo quienes pudieron tener
alguna posibilidad de resolver el problema de eventos sucesivos de mayor
importancia, como la tan llamada Guerra de los Seis Días en 1967 y la masiva
invasión israelí en Líbano en 1982.
Aquellos que han leído The Controversy of
Zion no estarán sorprendidos de aprender que habían claras señales de colusión
entre la Unión Soviética e Israel en precipitar el ataque israelí en Egipto,
porque fue solo porque el Coronel Nasser fue advertido por los jefes del
Kremlin que Israel estaba a punto de atacar el aliado de Egipto, Siria, que él
movió prácticamente todas sus fuerzas armadas a la frontera norte del país,
donde ellos cayeron como una presa fácil para el vastamente superior ejército
de Israel.
Pareciera que nada ha cambiado cuando en
1982 Israel lanzó un ataque masivo y extremamente despiadado en el sur de
Líbano, ostensiblemente con el propósito de erradicar la Organización de
Liberación Palestina, pero de hecho en fomento de una política de expansionista
de la cual líderes judíos han sido siempre notablemente francos.
Para este entonces, sin embargo, la
mitología pro-sionista generada por los políticos occidentales y los medios de
comunicación en la cual Israel fue siempre representada como una nación pequeña
y virtuosa en constante necesidad de ayuda y protección, estaba obviamente
comenzando a perder mucha de su plausibilidad, así que pocos se sorprendieron
cuando el Instituto Británico de Estudios Estratégicos anunció que Israel
podría ahora ser vista como cuarto poder militar en el mundo, después de los
EEUU, la Unión Soviética y la República Popular de China – muy adelante de
naciones como Bretaña y Francia.
Más significativo fue la reacción de la
población judía, tanto en Israel como en el exterior, a un aparente triunfo de
armas sionistas en Líbano. Mientras
políticos de Occidente y los medios de comunicación permanecieron limitados
tímidamente en sus comentarios, aún después de las noticias de la masacre de
aproximadamente 1500 hombres, mujeres y niños en dos campos refugiados en
Beirut, 350000 de los residentes de Tel Aviv organizaron una demostración
pública en contra de su gobierno y hubieron reportes en la prensa judía de que
la controversia sobre la guerra en Líbano conmovieron el ejército israelí y
afectaron todos los rangos.
De esto también, Douglas Reed pareciera
tener algún presentimiento, porque entre sus últimas palabras de su libro está:
“Creo que los judíos del mundo están comenzando a ver el error del sionismo
revolucionario, el gemelo del otro movimiento destructivo, y, mientras este siglo
finaliza, decidirá finalmente de buscar involucrarse en común con la humanidad.
Ivor
Benson
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